Estética, sostenibilidad y funcionalidad: las claves para sobrevivir en la moda de baño
“Llevo muchos años en este negocio, y les puedo decir que si este año logran una pérdida del -6 por ciento, están haciendo un trabajo increíble. La pérdida promedio en la industria está entre el -25 y el -30 por ciento”. Con esta contundente introducción, el prescriptor de tendencias holandés David Shah empezó su seminario sobre las corrientes que afectarán directamente al sector textil y especialmente del baño, la lencería y la moda deportiva, en la feria especializada Mare di Moda, que se está celebrando del 5 al 7 de Noviembre en el Palais des Festivals de Cannes, Francia.
Estas palabras marcaron el tono de una charla cargada de desafíos, pero también de oportunidades. En un mercado en constante cambio, Shah señaló que la clave radica en la adaptabilidad y resiliencia de las empresas, que necesitan encontrar un delicado equilibrio entre la innovación tecnológica y el respeto a las tradiciones y la cultura. No basta con seguir las tendencias estéticas, el sector textil está en plena transformación y exige un compromiso real con la sostenibilidad, la diversidad y la inclusión para destacar en un entorno cada vez más competitivo.
La charla continuó abordando preguntas clave para los profesionales de la industria textil: ¿qué buscan los consumidores hoy en día? ¿Cómo deben posicionarse las colecciones para la Primavera/Verano 2026?
Resiliencia creativa ante la adversidad
En un contexto de incertidumbre económica y desafíos constantes, la moda de baño debe responder con propuestas llenas de color, estructura y dinamismo, actuando casi como un manifiesto de resiliencia ante la adversidad.
Para la temporada SS26, destacan patrones como las rayas clásicas en combinaciones audaces y el color block, que transmiten una elegancia sencilla.
El consumidor actual
El consumidor actual es exigente. Busca una conexión emocional con las prendas que adquiere y que duren en el tiempo. En este contexto, integrar materiales sostenibles y tecnologías avanzadas en los diseños se convierte en una obligación para las marcas que quieren llamar la atención.
Los biopolímeros
Los biopolímeros son polímeros de origen natural, producidos a partir de recursos renovables como plantas, bacterias, algas o residuos orgánicos. A diferencia de los plásticos convencionales, que derivan del petróleo, estos pueden ser biodegradables o compostables, lo que significa que se descomponen de forma natural bajo ciertas condiciones, reduciendo la acumulación de residuos plásticos en el medio ambiente
y las fibras recicladas, son algunos ejemplos de textiles que en las últimas temporadas han ganado protagonismo y representan una oportunidad para crear prendas versátiles y duraderas, sin sacrificar estilo ni funcionalidad.
Además, prendas como el bañador o la lencería ya no se limitan a un uso específico, sino si que evolucionan para ser protagonistas del día a día. Shah invitó a reimaginar estas prendas y que, por ejemplo, el bañador pueda usarse tanto en la playa como en un festival, o que, combinado con un blazer oversize, se pueda usar para ir a un club por la noche.
La naturaleza y su esencia
En un momento en que el consumidor valora una conexión auténtica con su entorno, las texturas que evocan elementos naturales como la corteza de los árboles, las superficies erosionadas o el movimiento del agua ganan protagonismo. Este enfoque permite a las marcas ofrecer una estética orgánica y sin pulir, conectando a las personas con la belleza de lo “imperfecto”.
Entre las técnicas que refuerzan esta estética, Shah destaca el uso de colores que imitan las variaciones de tonos en la naturaleza, pero hace hincapié en optar por el uso de tintes naturales a base de algas o vegetales, que se alejen de lo artificial o técnicas de teñido menos industriales (o de apariencia menos industrial).
La clave está en capturar la esencia de la naturaleza sin limitarse a una imitación literal, usando en su lugar texturas que evocan elementos como la corteza de los árboles o la suavidad del musgo.
El agua como inspiración
En cuanto a la inspiración para las próximas temporadas, el agua emerge como un tema central, con una paleta de colores que abarca desde lilas suaves hasta azules perlados. Estos tonos transmiten una sensación de calma y autocuidado. El cliente no solo quiere verse bien, sino también sentirse bien, y los tonos pastel son perfectos para ello.
Así, las texturas y los acabados perlados que capturan el movimiento del agua bajo la luz se materializan en tejidos suaves que abrazan al cuerpo.
La inspiración deportiva evoluciona
La moda athleisure, tan popular en los últimos años con motivo de los Juegos Olímpicos en la capital de la moda, evoluciona ahora hacia una estética híbrida —y un tanto nostálgica— que funciona tanto en la ciudad como en la naturaleza.
Esta tendencia se extiende ahora a prendas que combinan lo urbano con lo deportivo, incluyendo texturas retro como el tejido de toalla y el crin, que recuerdan la estética de los años 70.
Siluetas relajadas, inspiradas en el deporte, se perfilan como esenciales en las colecciones, mientras que los textiles con superficies acanaladas ofrecen una conexión visual entre lo urbano y lo natural.
El cliente busca autenticidad
En una era donde los consumidores tienen infinidad de opciones, la autenticidad se convierte en un valor fundamental. Los detalles artesanales, como las costuras visibles y el crochet, no solo añaden un valor visual, sino que refuerzan la conexión emocional con la prenda, que se percibe como un artículo único, hecho con dedicación y cuidado.
En lugar de recurrir a materiales convencionales como el mesh deportivo, el experto propuso optar por mallas con texturas menos convencionales que reflejen un estilo refinado y artesanal. Cada prenda, con sus detalles e imperfecciones, cuenta una historia que va más allá de la moda y ofrece al consumidor una experiencia de autenticidad y exclusividad.
- El seminario de David Shah en Mare di Moda destacó la necesidad de resiliencia y adaptabilidad en la industria textil ante pérdidas promedio del 25-30 por ciento.
- Para la Primavera/Verano 2026, se prioriza la sostenibilidad, la diversidad, y diseños con colores audaces, patrones clásicos reinventados, y texturas naturales que evocan la conexión con el entorno.
- La moda athleisure evoluciona hacia una estética híbrida urbana-deportiva, con tejidos retro y detalles artesanales que buscan autenticidad y una conexión emocional con el consumidor.