Campazzo encuentra aliados: nueve triples entre Rathan-Mayes y Hezonja para vencer a la Virtus
La sensacin es de absoluta ‘campazzodependencia’, como si en las manos del pequeo base estuviera la nica solucin de un Real Madrid de arreones, en busca de su identidad y de la propia confianza que le haga despegar en esta temporada de dudas y derrotas a domicilio. De vuelta al refugio del WiZink, donde no sabe lo que es perder, acab con la Virtus para tomar algo de aire en esta Euroliga que le comprueba, con sorpresa, demasiado descolgado. [98-86: Narracin y estadsticas]
Para saber ms
Incumbencia Campazzo
El domingo desplum al Gran Canaria y aunque ante la Virtus de Cordinier (cuya figura ha sonado con fuerza en los ltimos das como posible refuerzo) hubo otros nombres propios -los 20 puntos de Hezonja, el dominio de Tavares, los 1.100 partidos para la historia blanca de Sergio Llull y hasta los destellos de Rathan-Mayes y sus cinco tripeles– fue el acelern en el tercer cuarto de Campazzo (11 puntos y tres de sus nueve asistencias en ese tramo) el que enterr cualquier opcin visitante, el que contagi al resto, y aup a un Madrid necesitado de alegras y buenas inercias.
Porque no haba resultado un amanecer contundente, si es que lo que pretenda Chus Mateo era dar un golpe en la mesa de las incertidumbres que le rodean. Especialmente en defensa, el equipo no lograba contener los puntos sencillos de Cordinier, Shengelia y Clyburn, que anotaban como si no les costara. Menos mal que enfrente estaba Mario Hezonja en uno de esos das: acab el primer acto con 13 (tres triples) de los 28 puntos blancos.
Pero el segundo comenz con un 0-9 de los italianos. Demasiada desidia. Demasiada descoordinacin defensiva y hasta un punto de insolidaridad. Todo eso provoc el run-run en las tribunas y el (ensimo) minicabreo de Hezonja al ser sustituido. An as, el Madrid segua en la brecha: con Hugo Gonzlez encontr algo ms de equilibrio y el acierto desde el permetro compensaba la sangra recibida.
Shengelia
Shengelia, pura fiabilidad, regres de vestuarios con ocho puntos de carrerilla, una pesadilla hasta que Campazzo decidi que ya estaba bien de vaivenes. El argentino toc a rebato y todos le siguieron como se sigue a los lderes, con los ojos cerrados, puro contagio de energa renovada, defensa ahora s con colmillo y un rival que ya no encontraba resquicios y ceda. Acudieron las transiciones marca de la casa y un triple del Facu coron un parcial de 15-3 para establecer la mxima (73-60) y aportar la calma necesaria. No est el Madrid para ms noches tontas y menos en casa.
El colchn sobre el que empezar a respirar. Tres triples de Rathan-Mayes, en su mejor partido de largo desde que lleg este verano, sentenciaron al comienzo del acto final, con una mxima (96-76) a la que ya ni el prolfico Shengelia ni la clase eterna de Belinelli podan aspirar a remontar. Sin respiro, el jueves acude el Efes, seguramente una prueba ms exigente parea este Madrid todava sin Musa, Feliz ni Garuba.
